jueves, 16 de mayo de 2013

Un estudio destaca el uso de insectos como alimento


Roma, 13 de mayo de 2013 - Los bosques, los árboles en las explotaciones agrícolas y los sistemas agroforestales son fundamentales en la lucha contra el hambre y deben estar mejor integrados en las políticas de seguridad alimentaria y de uso del suelo, afirmó hoy el Director General de FAO, José Graziano da Silva, en la Conferencia Internacional sobre los Bosques para Seguridad Alimentaria y Nutricional que se ha celebrado en Roma (13-15 de mayo).
"Los bosques contribuyen al sustento de más de mil millones de personas, incluyendo muchas de las más necesitadas del mundo. Los bosques proporcionan alimentos, combustible para cocinar, forraje para los animales e ingresos para comprar comida", explicó Graziano da Silva.

"Los animales silvestres y los insectos –dijo- son a menudo la principal fuente de proteínas para la población en las zonas forestales, mientras que hojas, semillas, hongos, miel y frutas proporcionan minerales y vitaminas, garantizando una dieta nutritiva".

"Pero los bosques y los sistemas agroforestales son rara vez tenidos en cuenta en las políticas de seguridad alimentaria y de uso de la tierra. A menudo, la población rural no tienen derechos de acceso seguro a los bosques y árboles, poniendo su seguridad alimentaria en peligro. La importante contribución que los bosques pueden hacer a la seguridad alimentaria y la nutrición de la población rural debe ser mejor reconocida", añadió el responsable de la FAO.
 
 
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martes, 23 de abril de 2013

Malnutrición infantil en Etiopía


La malnutrición en los primeros 1.000 días de vida de una persona puede tener consecuencias irreversibles. Para millones de niños de todo el mundo, entre otras consecuencias más dramáticas, se derivan retrasos en el crecimiento.
 
En el caso de Etiopía, uno de los paises donde "Cero Negativo" enfoca sus proyectos, gran parte de la alimentación del país depende de la agricultura (especialmente cereales), por lo que la población es muy vulnerable a los períodos de sequía, lo que produce una gran inseguridad alimentaria. 
 
Sin embargo, según el Informe de UNICEF del 2013 de "Mejora de la nutrición infantil", con la acción conjunta de programas gubernamentales y de los organismos y ONGS locales e internaciones, Etiopía ha logrado reducir la mortalidad de los menores de cinco años  en la última década. Entre el año 2.000 y el 2.011, la mortalidad entre estos niños menores de cinco años disminuyó de 139 muertes por cada 1.000 nacidos vivos a 77 por 1.000, lo que se  acerca al Objetivo 4 de los "ODM" (Objetivos de desarrollo del Milenio) de lograr una cifra del 66 por 1.000 antes del año 2.015 (reducción en 2 tercios entre 1990 y 2015). Las tasas de retraso del crecimiento entre los niños menores de 5 años también disminuyeron durante este período, desde el 57 %  al 44 %.
Podéis acceder al informe de UNICEF

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